Ya sea el viernes por la noche después de una dura semana de trabajo o una fiesta para una ocasión especial, las bebidas alcohólicas representan a menudo una forma de relajarse, celebrar o darse un capricho. Sin embargo, para los pacientes que acaban de someterse a una intervención endobariátrica, es mejor guardar el vaso o la botella. En una gastroplastia endoscópica en manga (ESG siglas en ingles), a un revisión bariátrica o un balón intragástricose aplica la misma regla. True You Weight Loss siempre recomienda evitar el alcohol durante al menos un año después de la intervención.
DR. CHRISTOPHER MCGOWAN
El Dr. Christopher McGowan, líder en endobariatría, está especializado en tratamientos no quirúrgicos de la obesidad y cuenta con una triple titulación en Medicina Interna, Gastroenterología y Medicina de la Obesidad. Conocido por ser pionero en la gastroplastia endoscópica en manga (ESG), con más de 2.000 intervenciones, su influencia mundial y sus contribuciones a la investigación lo definen como un experto de primer orden.
Las cinco razones principales para ello, que se enumeran a continuación, se centran en el hecho de que el alcohol puede desbaratar los esfuerzos de pérdida de peso y provocar otras consecuencias graves. Después de invertir tanto esfuerzo en la salud personal y la transformación física, todo paciente endobariátrico debe ser consciente de que el alcohol no merece la pena.
- Te golpea más rápido: Especialmente durante el periodo de tiempo inmediatamente posterior a una intervención endobariátrica, el organismo metabolizará el alcohol de forma muy diferente a como lo hacía antes. De hecho, beber alcohol hará que los pacientes se intoxiquen a un ritmo mucho más rápido. Un malentendido de esta nueva normalidad puede aumentar el riesgo de conducir bajo los efectos del alcohol (DUI), comportamiento agresivo, desmayos, comportamiento social inadecuado o incapacidad para cumplir con las responsabilidades diarias habituales. Además, este nuevo proceso metabólico puede provocar efectos secundarios como náuseas y una sensación general de malestar.
- Inhibiciones reducidas: Beber alcohol hace que las personas se desinhiban y sean menos comedidas en su comportamiento. Los procesos de pensamiento se relajan, incluidos los relacionados con la comida y los alimentos. Comer más, tomar decisiones poco saludables y sobrecargarse de calorías suelen ser las consecuencias del consumo de alcohol.
- Alcohol = Calorías desperdiciadas: El alcohol en sí no tiene ningún valor nutritivo. Por gramo, ofrece unas siete calorías desperdiciadas, un recuento elevado que puede minar sus esfuerzos por perder peso. Dado que nuestros pacientes se han comprometido a perder peso y a estar más sanos, sólo recomendamos bebidas bajas en calorías y sin alcohol para mantener el rumbo hacia el éxito.
- Efectos negativos sobre el sueño: Dormir es fundamental para perder peso, pero el alcohol altera el ritmo del sueño. Cuando el alcohol está en el torrente sanguíneo, es probable que el sueño sea irregular en lugar de reparador. Incluso si alguien "se desmaya" pronto después de beber, lo más probable es que se despierte al cabo de unas horas y le cueste volver a dormirse. Por la mañana, esa sensación de cansancio provocará una liberación excesiva de cortisol, la hormona del estrés. A su vez, el cortisol creará hambre y animará a comer más a lo largo del día, lo que puede dificultar los esfuerzos por perder peso.
- Hay riesgo de transferencia de la dependencia: A menudo, la obesidad va acompañada de una relación malsana con la comida y, en algunos casos, de una adicción a la comida. Según la Obesity Action Coalition, hasta el 30 por ciento de los pacientes que se han sometido a cirugía bariátrica experimentan algún tipo de adicción al traslado después de la intervención. Por lo tanto, comer compulsivamente podría intercambiarse por otros comportamientos compulsivos, como consumir demasiado alcohol. El alcohol por sí solo es altamente adictivo porque estimula la liberación de dopamina y endorfinas en el cerebro, sustancias químicas que son como analgésicos naturales y crean sensaciones de placer y satisfacción. Mantenerse totalmente alejado del alcohol puede ayudar a los pacientes a evitar este riesgo y eludir otra adicción grave.
Sencilla y llanamente, el alcohol y la pérdida de peso no son compatibles. Si el objetivo final es llevar un estilo de vida sano y perder peso, la clave está en dejar el alcohol. Mientras tanto, elegir otras salidas para el placer y la relajación, como el ejercicio y las aficiones constructivas, será beneficioso para el éxito de la pérdida de peso y el bienestar.
¿Cómo explicar la abstinencia de alcohol?
Nuestros pacientes nos lo preguntan todo el tiempo, y la forma de abordarlo es una decisión personal. En muchos casos, es tan sencillo como explicar a amigos y compañeros que estás siguiendo un plan de adelgazamiento que incluye mejorar tu estilo de vida y comprometerte a ciertos cambios positivos, como dejar el alcohol. Otros encuentran soluciones creativas, como encontrar sustitutos sin alcohol o simplemente aguantarse las ganas de beber en situaciones sociales. No hay una forma "correcta" de afrontar estas situaciones, se trata de lo que te funcione y te haga sentir más cómodo. Aunque te resulte difícil abstenerte, recuerda que evitar el alcohol puede acercarte un paso más al éxito en la pérdida de peso.