Anticonceptivos: ¿Te hace ganar peso? 

Los anticonceptivos han existido de una forma u otra desde la antigüedad, pero no fue hasta el siglo XX cuando se hicieron seguros, eficaces y ampliamente accesibles. Además de su función principal de prevenir embarazos no deseados, la medicación anticonceptiva se ha utilizado también para tratar los síntomas de la menstruación y algunas enfermedades específicas de la mujer. Sin embargo, aunque los anticonceptivos pueden ser útiles y, en algunos aspectos, cambiar la vida de la mujer, también pueden tener efectos secundarios. Uno de ellos es el aumento de peso. 

Métodos anticonceptivos habituales  

El control de la natalidad (también conocido como anticoncepción) es un término bastante amplio que puede referirse a una variedad de enfoques diferentes. En la actualidad, las mujeres (y los hombres) pueden elegir entre numerosos métodos anticonceptivos que se adaptan a diferentes cuerpos, estilos de vida y etapas de la vida. A continuación se enumeran algunos de los métodos anticonceptivos más comunes: 

• Permanente: La anticoncepción permanente se refiere a los procedimientos quirúrgicos que impiden la posibilidad de embarazo. En el caso de las mujeres, se denomina ligadura de trompas bilateral o "ligadura de trompas"; en este procedimiento, las trompas de Falopio se seccionan o se extirpan para impedir que un óvulo viaje hasta el útero. En el caso de los hombres, el procedimiento se denomina vasectomía y consiste en cortar y ligar los conductos deferentes del pene para que los espermatozoides no puedan salir del cuerpo.   
• Píldoras: Las píldoras anticonceptivas son un tipo de anticonceptivo hormonal y una de las formas más comunes de control de la natalidad. Las mujeres toman una píldora una vez al día, y ésta libera hormonas que inhiben el embarazo al impedir la liberación de óvulos por los ovarios y el engrosamiento de la pared uterina. Las dos opciones principales son una píldora anticonceptiva de sólo progestina (una versión sintética de la progesterona) o una píldora combinada que tiene progestina y estrógeno.  
• DIU: Un dispositivo intrauterino (DIU) es un pequeño objeto en forma de T que se introduce en el útero. Existen dos tipos principales: el DIU de cobre no hormonal libera iones de cobre que son tóxicos para los espermatozoides; el DIU hormonal es de plástico y libera progestágeno que impide la ovulación al mismo tiempo que evita el engrosamiento de la pared uterina.  
• Implante: Este tipo de anticonceptivo hormonal consiste en colocar un pequeño tubo bajo la piel del brazo no dominante de la mujer. Los implantes duran tres años y liberan progestágeno gradualmente en el torrente sanguíneo para impedir la liberación de óvulos.
• Inyección: Aunque menos habitual, otra opción es una inyección anticonceptiva que se administra una vez cada tres meses. Esta inyección contiene medroxiprogesterona (Depo-Provera), un medicamento hormonal que tiene el mismo efecto que la progestina al impedir que los ovarios liberen óvulos y dificultar la entrada de espermatozoides en el útero.  
• Anillo vaginal: El anillo vaginal está hecho de silicona flexible y se introduce en la vagina durante tres semanas al mes. Durante ese tiempo, el anillo libera hormonas que evitan el embarazo.   
• Parche: Un parche anticonceptivo es similar a otros métodos hormonales en el sentido de que, cuando se aplica sobre la piel, se liberan hormonas en el organismo para evitar el embarazo. Un parche dura una semana antes de ser sustituido.  
• Preservativo: El preservativo masculino es una funda de látex que se coloca sobre el pene e impide que el esperma penetre en la vagina. El preservativo femenino tiene una función similar, pero se coloca dentro de la vagina. A diferencia de otros métodos anticonceptivos, los preservativos también pueden prevenir las infecciones de transmisión sexual (ITS). Los diafragmas y los capuchones cervicales también se introducen en la vagina y actúan como barrera contra el esperma, pero no incluyen protección contra las ITS. 

Anticonceptivos y aumento de peso  

La gran variedad de métodos anticonceptivos ofrece a las mujeres muchas opciones para satisfacer sus necesidades personales y preferencias de estilo de vida. En su mayor parte, los anticonceptivos no hormonales tienen pocos efectos secundarios, aparte de la irritación ocasional relacionada con la inserción de un dispositivo o barrera. En cambio, los anticonceptivos hormonales pueden provocar náuseas leves, dolores de cabeza, sensibilidad mamaria, disminución del deseo sexual, ausencia de menstruación o cambios de humor. Estos efectos secundarios se deben en gran medida a los anticonceptivos orales que se toman a diario.    

Otro efecto secundario de los anticonceptivos que algunas mujeres han comunicado es aumento de peso. Los investigadores han estudiado si existe una relación entre las píldoras anticonceptivas y el aumento de peso, pero hasta ahora no hay pruebas reales de que exista un vínculo sólido. Más bien, la razón por la que algunas mujeres experimentan un aumento de peso está relacionada con los efectos de la progestina y el estrógeno; se sabe que estas hormonas hacen que el cuerpo retenga más sal de lo normal. Estas hormonas hacen que el cuerpo retenga más sal de lo normal, lo que puede hacer que se acumule más agua en los tejidos del cuerpo y crear una sensación de hinchazón. Este tipo de retención de líquidos también puede provocar un aumento temporal del peso corporal. 

También existen pruebas del aumento de peso relacionado con otras dos formas de anticonceptivos: el implante anticonceptivo y la inyección anticonceptiva. En un estudio sobre la inyección de acetato de medroxiprogesterona, las mujeres ganaron una media de 11 libras y 3,4% más de grasa corporal en un periodo de tres años. La investigación sobre el implante anticonceptivo mostró un aumento medio de un kilo en un periodo similar. En ambos casos, los médicos no pueden explicar por qué se produce el aumento de peso, por lo que es necesario seguir investigando.       

Control del aumento de peso relacionado con la anticoncepción         

En resumen: las investigaciones indican que la mayor parte del aumento de peso asociado a los anticonceptivos puede explicarse por la retención de líquidos debida al aumento de los niveles de estrógenos y progestágenos en el organismo. Sin embargo, esto es normal y lo más probable es que desaparezca con el tiempo. El exceso de agua puede mitigarse en cierta medida con pequeños cambios en el estilo de vida, como beber más agua, consumir menos sal y aumentar los niveles de actividad física regular. En los casos en que la hinchazón o la inflamación sean especialmente desagradables, los diuréticos también pueden hacer que el cuerpo excrete más agua a través de la orina. 

Cómo perder peso a largo plazo

La verdad es que la mayoría de los aumentos de peso significativos son el resultado de consumir más calorías de las que se queman mediante el ejercicio y las funciones corporales normales. Esta es la razón principal por la que más del 40% de los adultos en Estados Unidos tienen sobrepeso o son obesos. Al mismo tiempo, más personas que nunca intentan perder peso, normalmente adoptando dietas estrictas o regímenes de ejercicio insostenibles. 

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