Para algunas personas, el ejercicio es como una montaña difícil de escalar, y es comprensible. Incorporar a su vida un ejercicio regular y eficaz no es tarea fácil. Requiere autodisciplina, confianza en uno mismo, sacrificio de tiempo, esfuerzo físico cuando uno se siente cansado, madrugar o alargar una larga jornada y, en algunos casos, incluso puede ser necesario ausentarse del trabajo o buscar una guardería para poder hacer ejercicio.
DR. CHRISTOPHER MCGOWAN
El Dr. Christopher McGowan, líder en endobariatría, está especializado en tratamientos no quirúrgicos de la obesidad y cuenta con una triple titulación en Medicina Interna, Gastroenterología y Medicina de la Obesidad. Conocido por ser pionero en la gastroplastia endoscópica en manga (ESG), con más de 2.000 intervenciones, su influencia mundial y sus contribuciones a la investigación lo definen como un experto de primer orden.
Pero sabemos que el ejercicio merece la pena por muchas razones. No sólo mejora su salud en general, sino que también reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades, es un factor clave para perder peso, le ayuda a fortalecerse y a desenvolverse mejor en las actividades cotidianas, y mejora su estado de ánimo y su salud emocional.
Pero, ¿por dónde empezar si usted es alguien que teme la idea de ser activo y nunca ha sido capaz de motivarse para hacer ejercicio? Emily Weaver, BSN, RN, AGPCNP, enfermera practicante de True You Weight Loss, se especializa en ayudar a los pacientes de pérdida de peso a superar estos retos. "En muchos casos, a la gente no le gusta el ejercicio porque no han encontrado algo activo que realmente disfruten o tal vez les falta la confianza en sí mismos para empezar", explica Weaver. Nos dice que el ejercicio no consiste tanto en estar motivado como en decidir que es algo que se va a hacer y tener la disciplina suficiente para seguir haciéndolo.
8 estrategias creativas para convertir el ejercicio en un hábito
A continuación, Weaver comparte algunas ideas para salirse de lo convencional y encontrar una nueva inspiración a la hora de incorporar la actividad física a la rutina diaria.
- Incorpore más movimiento a su día: ¿Sabía que ya está haciendo muchas cosas a diario que queman calorías? La termogénesis de la actividad sin ejercicio o NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis) consiste en las calorías que quemamos mientras realizamos actividades no relacionadas con el ejercicio. Caminar desde el aparcamiento hasta el trabajo y hacer las tareas domésticas son ejemplos de NEAT. Aumentar su NEAT es una forma estupenda de incorporar más pasos y más actividad a su vida. Puede hacerlo de formas sencillas, como arrastrando los pies mientras hace cola, subiendo por las escaleras en lugar de coger el ascensor, aparcando más lejos de su oficina o cafetería, o dando una vuelta extra alrededor del perímetro del supermercado. Añadir pasos extra a su día equivale a añadir algo de ejercicio a su rutina. Además, su quema total de calorías será mayor si se esfuerza por moverse más. A los pacientes de Weaver a los que les cuesta hacer ejercicio, les anima a empezar por aumentar el NEAT, ya que suele ser un cambio más fácil que comprometerse con un plan de ejercicio formal desde el principio.
- Disfruta de hábitos y actividades activos: Otra buena noticia es que muchas aficiones y pasatiempos, como la jardinería, los trabajos en el jardín, los juegos al aire libre con los niños y el baile, queman calorías y pueden servir también como ejercicio. Animar las tareas domésticas también puede ser productivo. Pon música alegre mientras haces la cama, friegas el suelo o lavas al perro para aumentar la intensidad de los movimientos y el ritmo cardíaco.
- Ejercicio con un compañero: Encontrar un compañero de ejercicio, ya sea su cónyuge, un amigo, un hermano, un familiar o un vecino, probablemente le ayudará a que el ejercicio adquiera un significado totalmente nuevo para usted. No sólo estará deseando ver a esa persona y pasar tiempo con ella, sino que también se sentirá responsable de aparecer cuando llegue la hora de hacer ejercicio. Como ventaja añadida, hacer ejercicio con un compañero también puede aumentar tu motivación, por ejemplo, inspirándote para correr más rápido o más lejos de lo que lo harías solo o para añadir un poco más de energía a tu paso durante una clase de entrenamiento en grupo.
- Pruebe un "Entrenamiento de escritorio":" A algunas personas les sorprenderá saber que se puede hacer ejercicio en el escritorio o en cualquier otro puesto de trabajo fijo. De hecho, los ejercicios de escritorio pueden incluso interrumpir tu jornada y mantenerte en movimiento desde tu oficina. He aquí un ejemplo. Cada hora, levántate y haz sentadillas o estocadas, o utiliza bandas de resistencia o mancuernas. Incluso puedes aprovechar para bailar. Dedicar 10 minutos, cuatro o cinco veces al día, a un entrenamiento de escritorio es mucho más beneficioso para tu salud física y emocional que no hacer nada físico ese día.
- Haz del ejercicio tu "tiempo para mí": La música, los podcasts y los programas de televisión favoritos pueden ser una excelente motivación para hacer ejercicio. Escuche sus canciones o podcasts favoritos mientras camina o corre, o vea su programa de televisión favorito en la cinta. Ponte de acuerdo contigo mismo para disfrutar de estos caprichos sólo cuando estés haciendo ejercicio. Esto puede ayudarle a entusiasmarse con el ejercicio. Empezarás a disfrutar de este "tiempo para ti" mientras te mantienes activo y quemas muchas más calorías.
- Sé creativo y prueba cosas nuevas: No pierda la esperanza de encontrar algo activo que realmente le guste. Esto es esencial, porque si te gusta lo que haces, es más probable que lo sigas haciendo. Hay muchas formas únicas de mover el cuerpo, sólo tienes que seguir investigando y salirte de lo convencional. Por ejemplo, prueba a utilizar un minitrampolín, experimenta con el yoga aéreo o haz una prueba en una clase de artes marciales Krav Maga. Lo más probable es que, si sigues probando e intentándolo, descubras que te gusta una nueva actividad física que no te resultará tan difícil practicar con regularidad.
- Acepta la variedad: No te aburras. Si no te gusta lo que haces o te aburre, intenta añadir variedad a tu rutina para evitar el agotamiento. Puedes hacer algo nuevo cada día o varias veces a la semana, desde correr hasta Zumba, pasando por el yoga o el entrenamiento de fuerza. Si lo mantienes fresco y nuevo, es probable que te sientas más inspirado para seguir con una rutina de entrenamiento.
- Cree en ti mismo: Es importante comprender que para abrazar el ejercicio, es posible que tenga que cambiar su mentalidad. Muchas personas creen que odian el ejercicio, pero en realidad no se sienten seguras haciéndolo o sienten ansiedad por empezar con algo nuevo. Para otros, el sobrepeso hace que el ejercicio resulte física o emocionalmente abrumador. Si te recuerdas a ti mismo que el ejercicio es una celebración de lo que tu cuerpo puede hacer y que hoy puedes hacer más de lo que hiciste la semana pasada, ganarás confianza y mejorarás tu actitud. Practique el amor propio, la autodisciplina y el pensamiento positivo, y probablemente descubrirá que el cielo es el límite cuando se trata de sus objetivos de salud y bienestar. Por último, recuerde que el ejercicio es una oportunidad para centrarse en sí mismo, algo que muchos de nosotros rara vez hacemos. Invertir en tu bienestar mental y físico es el mejor regalo que puedes hacerte a ti mismo, ¡lo vales!
Para terminar, el ejercicio no es ni un amigo ni un enemigo, simplemente es una parte esencial del pastel de la salud y el bienestar. Tanto si busca un compañero como si encuentra apoyo o se incentiva a sí mismo, haga del ejercicio una prioridad en su vida. Si cree que puede, lo hará, y los beneficios de levantarse y mantenerse activo superarán con creces sus razones para permanecer sentado.