La mayoría de las personas se han puesto a dieta en algún momento de su vida, y eso suele implicar el inicio de un proceso para averiguar qué tienen "permitido" comer y beber mientras están a dieta. Algunos alimentos con alto contenido en grasa o azúcar contenido, como pasteles y galletas, son claramente incompatibles con intentando perder peso. Pero más allá de las opciones alimentarias obvias, puede resultar un poco más complicado. Y una de las preguntas más importantes es: ¿puedo beber alcohol mientras estoy a dieta?
DR. CHRISTOPHER MCGOWAN
El Dr. Christopher McGowan, líder en endobariatría, está especializado en tratamientos no quirúrgicos de la obesidad y cuenta con una triple titulación en Medicina Interna, Gastroenterología y Medicina de la Obesidad. Conocido por ser pionero en la gastroplastia endoscópica en manga (ESG), con más de 2.000 intervenciones, su influencia mundial y sus contribuciones a la investigación lo definen como un experto de primer orden.
¿Cómo afectan las bebidas alcohólicas a la pérdida de peso?
Dado que las bebidas alcohólicas son una parte tan común y a menudo integral de muchas experiencias culturales, puede resultar difícil pensar en eliminarlas totalmente de la dieta; cumpleaños, fiestas, celebraciones e incluso encuentros románticos pueden incluir el alcohol como elemento potenciador. Sin embargo, la desafortunada verdad es que beber alcohol suele ser contraproducente para los objetivos de pérdida de peso. Así que, aunque puedas beber mientras estás a dieta, hacerlo será ir en contra de lo que estás intentando conseguir.
El alcohol (o, más exactamente, el etanol) es una sustancia sometida a un efecto denominado metabolismo de primer pasoCuando se ingiere alcohol, se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo a través de los vasos sanguíneos de la boca, el estómago y el intestino delgado. Como parte de la defensa natural del organismo contra las sustancias tóxicas, el hígado metaboliza la mayor parte del alcohol a un ritmo de 10 g por hora. Este proceso metabólico descompone el alcohol en moléculas más pequeñas que pueden utilizarse para las necesidades energéticas del organismo.
El efecto del metabolismo de primer paso es la causa principal del impacto negativo del alcohol en el proceso de pérdida de peso. En pocas palabras, el consumo de alcohol detiene el metabolismo de todas las demás sustancias hasta que se elimina del torrente sanguíneo, lo que, dependiendo de la cantidad de alcohol (y de otros factores), puede tardar horas en completarse. Pero ésta no es la única forma en que el alcohol afecta a la pérdida de peso:
- Metabolismo: Como se ha señalado anteriormente, el consumo de alcohol hace que el cuerpo queme el alcohol antes que cualquier otra sustancia en el tracto digestivo.
- Calorías vacías: Como las bebidas alcohólicas tienen muy poco valor nutritivo, la gran mayoría de las calorías consumidas son "vacías". En otras palabras, beber alcohol significa añadir calorías a la ingesta diaria sin ningún beneficio.
- Problemas hepáticos: Cada vez que se bebe más alcohol del que el hígado puede procesar de una vez, el exceso flota en el torrente sanguíneo hasta que puede descomponerse. Con el tiempo, sin embargo, las toxinas pueden acumularse y causar un impacto negativo en la forma en que el hígado metaboliza las grasas y los hidratos de carbono.
- Opciones alimentarias: Por supuesto, el alcohol suele acompañarse con distintos tipos de comida, pero lo cierto es que esos alimentos rara vez son saludables o aptos para dietas. La comida que se sirve en los bares o durante las fiestas suele tener muchas calorías, azúcares y grasas. Además, beber alcohol suele inhibir el juicio normal sobre cosas como la elección de alimentos sanos.
- Dormir: En las últimas décadas, los estudios han indicado que no dormir lo suficiente puede tener un efecto negativo en la pérdida de peso e incluso provocar un aumento de peso. Sin embargo, aunque tradicionalmente se ha relacionado el alcohol con la somnolencia, las investigaciones también demuestran que, en realidad, puede provocar un sueño intranquilo o periodos de vigilia.
- Digestión: Para muchas personas, el alcohol puede ser un irritante para el estómago y las paredes intestinales. Por eso, cuando se consume demasiado alcohol, puede inhibir la función digestiva y dificultar la pérdida de peso.
¿Qué alcohol es mejor para adelgazar?
Aunque está bastante claro que el alcohol no ayuda a perder peso (ni a mantener la salud), eso no significa que una copa de vez en cuando vaya a desbaratar totalmente tus objetivos de pérdida de peso. Si se consume con moderación, el alcohol puede seguir siendo una parte importante de la dieta. El truco está en elegir bien. A continuación se ofrecen algunos consejos útiles para seleccionar las bebidas alcohólicas que menos afecten a la pérdida de peso:
- Contar calorías: La mayoría de los licores fuertes tienen unas 95-110 calorías por ración (10 g), mientras que un cerveza o un vaso de vino contiene más de 125 calorías por ración. Así que, elijas el alcohol que elijas, es importante que tengas en cuenta el contenido calórico mínimo de cada bebida que consumas.
- Cuidado con los mezcladores: Un chupito de ron contiene unas 97 calorías, lo que es soportable incluso para alguien a dieta. Pero si se le añade algún tipo de zumo o refresco o algún otro mezclador, las calorías extra pueden sumarse muy rápidamente.
- Piense en el whisky: El whisky no es el más bajo en calorías (105 calorías), pero es una bebida que gusta a muchos sin necesidad de mezclas.
- No se exceda con el vino: Es popularmente conocido que el vino tinto tiene valiosos antioxidantes que aportan numerosos beneficios para la salud; si bien esto es cierto, los beneficios de una copa de vino (o de vino blanco) pueden quedar casi anulados si se bebe una cantidad excesiva de vino.
- Vodka: Con uno de los recuentos calóricos más bajos (97), el vodka es una opción clásica para beber cuando se está a dieta. Mezclado con agua con gas (el clásico "vodka soda") o con tónica, puedes cuidar tus calorías sin dejar de salir con tus amigos.
- Modificar ingredientes: En lugar de Coca-Cola, elige Coca-Cola Light. En lugar de zumo, utiliza club soda. En lugar de azucarado mezclador de frutas, utilice puré de fruta fresca o zumo de lima. Con unas sencillas sustituciones, podrá disfrutar de su bebida reduciendo las calorías totales.
- Cerveza baja en calorías: Además de las calorías vacías del alcohol, la cerveza también incluye calorías procedentes de carbohidratos. Esto hace que la cerveza sea una de las bebidas menos favorables para una dieta, pero si tienes que tomarte una cerveza, cambiar a una cerveza light o baja en carbohidratos tendrá unas 50 calorías menos por trago.
- Evite los cócteles complejos: Normalmente, los combinados más "divertidos" de una fiesta o un bar son los que llevan varios ingredientes (a veces desconocidos). Cuando se bebe a dieta, la clave es la sencillez; al fin y al cabo, un margarita o una piña colada helados, por ejemplo, pueden tener fácilmente más de 250 calorías en una bebida de 5 onzas.
- Cócteles: Si lo que quieres es evitar ser la única persona que no bebe en una situación social, también puedes considerar un "mocktail", un cóctel falso que no contiene alcohol. Tendrás que tener en cuenta el azúcar añadido de los demás ingredientes, pero es una forma fácil de eliminar más de 100 calorías de la bebida.
Conclusión: Evitar el alcohol
La conclusión es que nuestro cuerpo trata el alcohol como una toxina, por lo que todos estaríamos mejor en términos de dieta y salud en general si no bebiéramos nunca. Pero, como ya se ha dicho, el alcohol es una parte normal de la experiencia humana y no es especialmente perjudicial si se consume con moderación. Si no quiere evitar totalmente el alcohol, los consejos anteriores son un buen punto de partida para modificar su forma de beber. Dicho esto, tenga en cuenta que si se ha sometido a un procedimiento endobariátrico, True You Weight Loss recomienda que evitar el alcohol durante al menos un año después de la intervención.